Consiguieron un puesto de finalista, pero nuestras atletas querían hacerlo mejor.
María Pérez, que fue la mejor de las nuestras, quedó octava y consiguió ese siempre ansiado puesto de finalista. Aunque quería estar luchando por las medallas, varios calambres musculares, problemas estomacales y el gran dominio de las atletas chinas, le hicieron la tarea prácticamente imposible.
Raquel González fue decimonovena y Laura García-Caro, trigésimo tercera, y aunque ellas mismas esperaban hacerlo mejor, dejaron buenas sensaciones de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.